Malformaciones arteriovenosas

Es posible que una malformación arteriovenosa cerebral no manifieste ningún tipo de síntoma hasta que se rompa y genere sangrado en el cerebro. En las personas que no tienen hemorragia, algunos síntomas de esta afección son las convulsiones, el dolor de cabeza y la debilidad o entumecimiento muscular en alguna zona del cuerpo.

Algunas personas pueden presentar signos y síntomas neurológicos más graves, según la ubicación de la malformación arteriovenosa. Los síntomas que presentan estos individuos son dolor de cabeza intenso; debilidad, entumecimiento o parálisis; pérdida de la visión; dificultad para hablar; confusión o incapacidad para el entendimiento; e inestabilidad grave.

El principal tratamiento para la malformación arteriovenosa es la cirugía. La intervención quirúrgica puede eliminar completamente la malformación arteriovenosa. Este tratamiento se usa generalmente cuando la malformación arteriovenosa es pequeña y se encuentra en un área en donde los cirujanos pueden eliminarla con poco riesgo de causar daños significativos en los tejidos del cerebro.