El dolor discogénico es aquel que se produce como consecuencia de la degeneración discal y es una de las causas más frecuentes de lumbalgia en la población. Los discos intersomáticos son estructuras altamente hidratadas que están entre las vértebras y su función principal es servir como absorción de todas las fuerzas e impactos que pasan por la columna.
De hecho, la degeneración discal o discopatía es el proceso por el cual el disco ve alterada su estructura fisiológica y no puede cumplir con su función. El estado más grave de este proceso se da cuando el disco pierde casi toda su estructura y dos vertebras se tocan entre ellas.
El dolor discogénico es un dolor de intensidad variable que se localiza en la zona lumbar baja. Este suele incrementarse cuando la persona afectada está sentada, se inclina hacia adelante o aplica peso sobre el cuerpo.
Según la gravedad del dolor discogénico, el tratamiento que se puede aplicar es conservador, intermedio o procedimiento quirúrgico. El tratamiento conservador suele consistir la realización de ejercicio físico para potenciar la musculatura abdominal y del tronco y diversos cambios en el estilo de vida.
El tratamiento intermedio consiste en combinar la fisioterapia con fármacos. Existen distintos analgésicos adecuados para disminuir el dolor discogénico. Las pautas analgésicas y el seguimiento de los pacientes deben ser siempre recomendados y seguidos por especialistas en este tipo de patología.
Por último, existen varias alternativas quirúrgicas para aquellos individuos que siguen presentando dolor discogénico, aunque hayan probado los otros tratamientos. La técnica clásica consiste en la fusión o artrodesis del nivel afectado por la discopatía. Como alternativa a la fusión, existe la cirugía de artroplastia.
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