La microdiscectomía lumbar es un procedimiento quirúrgico que permite extirpar una hernia discal. Esta patología se produce cuando el tejido dañado del disco lumbar presiona una raíz nerviosa y causa en el paciente determinados síntomas.
Esta patología suele provocar un dolor normalmente desde la zona lumbar hacia la pierna e, incluso, hasta el pie. Este malestar impide a los afectados proceder con normalidad en su rutina diaria, sobre todo, cuando el tratamiento médico no funciona.
Las alteraciones de la sensibilidad y la disminución de la fuerza o la pérdida de movilidad en las extremidades es otro síntoma de la microdiscectomía lumbar, que impide a los pacientes llevar una vida normal. En casos extremos, muchas personas afectadas por esta patología pueden llegar a perder el control del esfínter, empeorando notoriamente su calidad de vida.
Antes de realizar una microdiscectomía lumbar, los médicos de Neurocirugía Galarza analizan la situación particular de cada paciente, teniendo en cuenta el tiempo que ha transcurrido desde el inicio de los síntomas, la gravedad de los mismos y la respuesta a otros procedimientos médicos.
La cirugía de microdiscectomía lumbar se realiza con anestesia general y paciente acostado boca abajo. En la intervención, se utiliza un microscopio especial, para emplear una incisión mínima que disminuya el daño a los tejidos circundantes y que favorezca una recuperación más rápida, y se administran antibióticos para evitar el riesgo de infección.
Una vez preparado el paciente, se practica una diminuta incisión en la espalda sobre la zona lumbar y se sitúa la ubicación de la lesión empleando un objeto de radioscopia. Tras localizar la zona de la lesión, se separan los músculos, se abre una lámina de la vertebra, por donde se extraerá el material de la hernia hasta que la raíz nerviosa quede libre, y se cierra la incisión.
Después de la intervención, el paciente recibirá la visita del fisioterapeuta asignado por Neurocirugía Galarza para que le indicará los ejercicios que deberá realizar y las acciones que deberá evitar para recuperarse de forma óptima de la operación. Si su recuperación progresa adecuadamente, a los 3 meses podrá volver a su trabajo, si este no requiere de en 6 semanas, el paciente podrá volver a realizar ejercicio físico suave y empezará a notar la mejoría en su calidad de vida.
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