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Cirugía Neurológica

Laminectomía o descompresión cervical

¿Qué es la laminectomía o descompresión cervical?

La laminectomía o descompresión cervical es un tratamiento quirúrgico que consiste en la resección de una sección posterior de la columna para liberar de presión la médula espinal y los nervios.

 

Esta cirugía es muy efectiva en los casos de patologías de degeneración cervical., que ocurre cuando se produce un estrechamiento del canal espinal cervical y una compresión medular, provocando dolor en el cuello; entumecimiento, hormigueo o debilitando las extremidades; problemas al caminar; o, en casos más graves, disfunción de la vejiga o de los intestinos.

 

Otros de los casos donde se aboga por este procedimiento es en la degeneración del disco cervical con calcificación del ligamento longitudinal posterior, patología tumoral medular o patología malformativa vascular.

¿Cómo es la intervención para laminectomía o descompresión cervical?

La cirugía para laminectomía tiene una particularidad frente a otras intervenciones. Durante la operación, se utiliza la monitorización neurofisiológica intraoperatoria para poder controlar la médula y los nervios.

Esta operación se realiza con anestesia general, colocando al paciente hacia abajo en la mesa de operaciones y fijando su cabeza con un Mayfield, para evitar que su cuello se mueva. Después, se hace una mediana incisión en la parte inferior de la cabeza hasta la parte alta dorsal, desde la que se pueda separar la musculatura y llegar hasta el hueso para hacer una exposición de láminas de manera bilateral.

Seguidamente se procede a retirar las estructuras óseas posteriores, para continuar con la resección de un ligamento que se encuentra debajo de ella, el ligamento amarillo, y que, en las patologías degenerativas, contribuye a la compresión sobre la médula, los nervios y las raíces, consiguiendo la liberación de los elementos neutrales. Este procedimiento puede generar una inestabilidad y deformaciones en la columna cervical, por lo que en la actualidad, tras esta operación, se fija la columna con tornillos y barras posteriores.

Esta cirugía requiere de reposo relativo entre 4 y 6 semanas, donde podrá caminar y dar paseos de entre 5 – 15 minutos frecuentemente. Además, los pacientes que se sometan a esta operación tendrán que llevar collarín rígido durante las 4 primeras semanas y, luego, cambiar a collarín blando durante 2 semanas más, evitando siempre la flexión anterior del cuello.

Tras 6 semanas, la persona intervenida deberá asistir a revisión con el equipo de Neurocirugía Galarza para evaluar su progreso. Si la recuperación ha sido favorable, podrá volver de a realizar manera progresiva las actividades que hacía rutinariamente.

Aproximadamente entre los 3 y 6 meses después de la intervención, cuando se haya confirmado la estabilidad del material instrumental, el paciente podrá poco a poco volver a realizar ejercicio físico. Durante todo el proceso de recuperación, el paciente recibirá asistencia médica y rehabilitación por parte del personal de Neurocirugía Galarza, garantizando su correcta recuperación.

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